Un nocturno El minutero se degrada como un carbón por apagar Un lejano estruendo interrumpe el descanso lunar Sobrevuelan unos grillos en la inmensidad Formas intangibles en el prado nocturno divagan Distingo en la penumbra y perspicaces dos doradas cuencas que se abren Y en el fugaz contacto yo absorbo partículas de sabiduría salvaje... Un último pestañeo y me dispongo a cerrar las cortinas del lienzo ahora luminoso, ahora estelar.
Letras espontáneas
Dejar rodar el bolígrafo